Willians De Jesús Salvador
La Era Global se ha caracterizado por turbulencias económicas, y la consolidación del eje Euro-Asiático, que en los últimos años ha tenido una política de expansión hacia los países emergentes y en vía de desarrollo entre estos los de América Latina.
El Siglo XXI ha sido escenario de conflictos bélicos en diferentes regiones del globo terráqueo, que han obligado a los Estados Unidos de Norteamérica a replantearse cambios en su política exterior, entre éstos la reapertura de las relaciones diplomáticas con Cuba, suspendida por medio siglo y aproximarse a Irán.
El Secretario de Estado Henry Kissinger, experto en la política exterior norteamericana, nos dice, a lo largo de la historia hemos visto cómo han ascendido y posteriormente caído diversos órdenes mundiales. Después de la Segunda Guerra Mundial, surgió un país con el poder, la voluntad y el ímpetu necesarios para modificar el sistema internacional a partir de sus propios valores, se refiere a EE.UU.
Si tuviéramos que señalar un punto de inflexión para señalar las bases para lograr ese poder hegemónico, necesariamente debemos señalar los tiempos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, los cuales tienen sus antecedentes en el 1941 cuando se suscribe la Carta Atlántica, documento angloamericano estratégico para procurar el control mundial a través del Nuevo Orden Mundial. Posteriormente los acuerdos de Bretón Woods llevados a cabo en New Hampshire, consolidan la plataforma de control global.
Estados Unidos emergió en el siglo pasado como fuerza imperial en un mundo bipolar, que luego de disuelta la URSS se convierte en una fuerza hegemónica a nivel global, estableciéndose el neoliberalismo como es un modelo económico que se enmarca dentro de las doctrinas del liberalismo económico, a su vez dentro del sistema capitalista.
El neoliberalismo consiste en la liberalización en materia de economía, lo cual implica que los mercados sean totalmente abiertos, fomentando de este modo el libre comercio, a partir de una desregulación de los mercados. La privatización es uno de sus aspectos fundamentales, sustituyendo la intervención del Estado en la regulación de los mercados.
El giro de la diplomacia norteamericana en este tercer lustro del presente siglo, es porque no importan los lineamientos ideológicos, religiosos y culturales de los pueblos, solo interesan los mercados en este nuevo orden global, aunque con los mismos actores de la centuria pasada, lo que ha cambiado son los fundamentos sobre los cuales se basan las relaciones diplomáticas, y el eje Euro-Asiático y los países llamados BRICS, como contra peso geopolítico y económico a nivel mundial.
Por estas razones el presidente Barack Obama, visita el Continente de África y visita a Sudáfrica, más que el reencuentro con sus orígenes es para establecer el puente con Estados Unidos y disminuir los niveles de influencia de otros bloques comerciales y del ISIS.
Hace 54 años que Cuba trilló su camino de liberación nacional y rompió las bridas con el sistema capitalista. La revolución soportó todas las improntas en el plano político , militar y comercial por medio siglo, y no se rindió. Los indicadores de Cuba son fantásticos en educación, salud, cultura, deporte y es una nación libre del flagelo del narcotrafico y el crimen organizado. Conserva la riqueza de su ecosistema y la mayor fortuna que cuenta es con su capital humano.
Terminada la lucha ideológica entre el Capitalismo y el Comunismo, que conducía a posiciones radicales y hacían imposibles las relaciones diplomáticas de los países del órbita socialista y los capitalistas, Cuba y Estados Unidos convocados por la madurez de los tiempos han decidido restaurar sus relaciones diplomáticas. El próximo 14 de agosto con la reapertura de la Embajada de EE.UU en Cuba, terminará el último reducto de la guerra fría ha terminado
Estados Unidos de Norteamérica y Cuba, deben iniciar sus relaciones diplomáticas con altas miras, ceñirse a las reglas de oro de la diplomacia que son estrechar las relaciones existentes entre ambos Estados, respetar la soberanía, ideología, cultura, credos religiosos y no inmiscuirse en asuntos políticos domésticos del Estado receptor. Porque Cuba podrá incorporarse al nuevo orden global, pero seguirá siendo comunista y EE.UU seguirá siendo capitalista.
Las razones de mi afirmación consiste en que con la globalización de la producción y el intercambio capitalista, se han hecho cada vez más autónomos los controles políticos y, en consecuencia no importa la ideología, ni la soberanía política, solo importa la producción de bienes y servicios, que son los que determinan la producción de riqueza, la economía se ha liberado de las restricciones que imponían las barreras ideológicas y políticas.
El dinero transita a velocidades vertiginosas cruzando fronteras por las autopistas financieras cibernéticas, los capitales fluyen sin importar la ideología, simplemente rentabilidad y bajo riego. Hoy en día, los capitalistas han encontrado una área de actividad económica que les genera más plusvalía que la misma producción de bienes económicos: la especulación, la generación de dinero en base al dinero.
Cual será la realidad en Cuba donde existe una política proteccionista de amplias bases sociales y es muy probable que se haga la transición hacia una encomia mixta, y tendrá que realizar cambios estructurales tripartito Estado, obreros y el sector privado, lo mas probable que adopte el modelo de China Comunista.
Ahora bien, Cuba tendrá que realizar cambios profundos para pasar de una economía autárquica a una economía de mercado, para tales fines los organismos internacionales deben ofrecer sus colaboraciones técnicas y financieras con una mínima carga financiera a esta nación, que inicia una nueva era, insisto China Comunista es un gran modelo, quien participa en el mercado global bajo la égida del Partido Comunista Chino.
Estados Unidos aplicaba la llamada «Diplomacia del Dólar», establecida por el presidente William Howard Taft (1909-1913) este modelo «diplomacia del dólar», buscaba el dominio estadounidense sobre varios países estratégicos para esta nación, a través del uso de su poder económico superior como garantía de concesión y mantenimiento a largo plazo de créditos e inversiones a dichos países.
Estados Unidos deberá realizar grandes colaboraciones financieras no reembolsables con la finalidad de que Cuba acelere sus reformas, en este caso no será una inversión para la dominación, deberá ser un gesto solidario con un país amigo que inicia el tránsito hacia una economía de mercado, la cual siempre genera una crisis transitoria.
Llegó la hora de que la clase gobernante de Estados Unidos y Cuba, inicien sus relaciones diplomáticas impregnados de confianza mutua, un comienzo fresco. Con la normalización de las relaciones bilaterales debe cesar el bloqueo y proceder Estados Unidos a la devolución de la base naval de Guantánamo. Resueltos estos dos aspectos fundamentales será una buena señal de amistad.
Cuba tiene grandes potenciales de convertirse en una sociedad modelo productora de bienes y servicios, por sus riquezas mineras- níquel, cobalto, disciplina, educación, riquezas naturales, turismo, avances tecnológicos y el capital humano es el un pilar fundamental del sector económico que cuenta con la mayor tasa de alfabetización, esperanza de vida y cobertura sanitaria de toda la región de América Latina y el Caribe.
El autor fue embajador dominicano en las Repúblicas, Federal de Alemania, Checa y Polonia, Concurrente en la Federación Rusa.